La evaluación por competencias enfrenta varios desafíos que dificultan su aplicación efectiva en los entornos educativos. Entre ellos se encuentran:
“Si a esto le sumamos la dificultad propia que entraña la evaluación del aprendizaje, diremos que las condiciones están puestas para que la ambigüedad y el desconcierto reinen en los centros educativos…”
- Moreno, T. (2012)
“…el profesorado necesita referentes teórico-metodológicos y prácticos claros que le sirvan a modo de anclaje para no naufragar en esta ola de reformas.”
- Moreno, T. (2012)
“La evaluación del aprendizaje efectuada mediante pruebas nacionales [...] no parece medir competencias –al menos no las más complejas…”
- Moreno, T. (2012)
Moreno señala que los enfoques actuales suelen reducir las competencias a indicadores aislados, utilizando técnicas tradicionales que no reflejan situaciones reales ni procesos integrales de aprendizaje.
“Generalmente, los materiales curriculares contienen una visión reduccionista e instrumental de las competencias…”
- Moreno, T. (2012)
Superar estos retos requiere un docente comprometido, crítico e innovador, capaz de adoptar prácticas evaluativas diversas y contextualizadas.
“Las reformas vigentes representan un enorme reto para el profesorado, porque la enseñanza y la evaluación de competencias ponen a prueba su profesionalismo…”
- Moreno, T. (2012)
“…la denominada ‘evaluación alternativa’ ha propuesto una gama de metodologías de evaluación que encajan bien con el enfoque de competencias.”
- Moreno, T. (2012)
En resumen, avanzar hacia una evaluación auténtica implica reconocer su complejidad, repensar los métodos actuales y fortalecer la formación docente.
Moreno, T. (julio-diciembre, 2012). La evaluación de competencias en educación. Sinéctica, 39. Recuperado de: https://scielo.org.mx/pdf/sine/n39/n39a10.pdf